B.


Borré una y otra vez letras con sentido,
y sin sentido me dejé cuando dejé de hacerlo.
Me dio miedo pensar, que algún día,
no pensar en ello me haría pequeña.
Y del mismo modo, lloré,
porque nunca quise dejar de ser pequeña.
Minúscula como la primera letra de mi nombre,
nombrada como la primera de la lista.
De esa lista que avanza a la inversa
como si solo de versos tratasen las cosas.
Cosas vacías que se desbordan, que se descosen.
Y yo ya no tengo dedal, yo ya no tengo hilo,
y si hablamos de hilar, mejor no seguir,
pues algo dicen de una aguja en algún pajar 
y a mi, se me han acabado las ganas de buscar.

Comentarios